HISTORIA DE LA GEOMETRIA
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ANTES
DE GRECIA |
Es razonable pensar que los primeros orígenes de la Geometría
se encuentran en los mismos orígenes de la humanidad, pues seguramente
el hombre primitivo clasificaba -aun de manera inconsciente- los objetos
que le rodeaban según su forma. En la abstracción de
estas formas comienza el primer acercamiento -informal e intuitivo-
a la Geometría.
Las primeras civilizaciones mediterraneas
adquieren poco a poco ciertos conocimientos geométricos
de caracter muy práctico. Estos son esencialmente
algunas fórmulas -o mejor dicho algoritmos expresados
en forma de ""receta""- para calcular
areas y longitudes. La finalidad era práctica,
pues se pretendía con ello calcular la producción
proporcional de las parcelas de tierra para determinar
los impuestos, o reconstruir las parcelas de tierra después
de las inundaciones. Siempre se ha dicho que los egipcios
tenían una alta formación matemática,
y se ha llegado a insinuar que tuvieran un acervo de
conocimientos secretos o que se hubieran perdido con
el paso de los tiempos. Estas hipótesis nunca
han sido confirmadas, y los documentos existentes tienden
a echarlas por tierra. La Historia nos hace pensar que
el conocimiento que esta civilización -así como
los de las culturas mesopotámicas- tuviera sobre
Geometría pasó integramente a la cultura
griega a traves de Tales, los pitagóricos, y esencialmente
de Euclides.
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GEOMETRIA
GRIEGA |
ANTES DE EUCLIDES |
En efecto, Tales permaneció en Egipto una larga temporada de
su vida, aprendiendo de los sacerdotes y escribas egipcios todo lo
referente a sus conocimientos en general, y estos quedaron asombrados
cuando fue capaz de medir la altura de la Pirámide de Keops
y de predecir un eclipse solar.
La Geometría Griega fue la primera
en ser formal. Parte de los conocimientos concretos y
prácticos de las civilizaciones egipcia y mesopotámicas,
y da un paso de abstracción al considerar los
objetos como entes ideales -un cuadrado cualquiera, en
lugar de una pared cuadrada concreta, un círculo
en lugar del ojo de un pozo...- que pueden ser manipulados
mentalmente, con la sola ayuda de la regla y el compás.
Aparece por primera vez la demostración como justificación
de la veracidad de un conocimiento, aunque en un primer
momento fueran más justificaciones intuitivas
que verdaderas demostraciones formales.
La figura de Pitágoras y de la secta
por él creada (los pitagóricos) tiene un
papel central, pues eleva a la categoría de elemento
primigenio el concepto de número (filosofía
que de forma más explícita o más
implícita, siempre ha estado dentro de la Matemática
y de la Física), arrastrando a la Geometría
al centro de su doctrina -en este momento inicial de
la historia de la Matemática aun no hay una distinción
clara entre Geometría y Aritmética-, y
asienta definitivamente el concepto de demostración
(éste ya sí coincide con el concepto de
demostración formal) como única vía
de establecimiento de la verdad en Geometría.
Esta actitud permitió (aun fuera
de la secta) la medición de la tierra por Eratóstenes,
así como la medición de la distancia a
la luna, y la invención de la palanca por Arquímedes,
varios siglos después.
En el seno de la secta de los pitagóricos
surge la primera crisis de la Matemática: la aparición
de los inconmensurables, pero esta crisis es de caracter
más aritmético que geométrico.
Surge entonces un pequeño problema
a nivel lógico, que consiste en lo siguiente:
una demostración parte de una o varias hipótesis
para obtener un resultado denominado tesis. La veracidad
de la tesis dependerá de la validez del razonamiento
con el que se ha extraido (esto será estudiado
por Aristóteles al crear la Lógica) y de
la veracidad de las hipótesis. Pero entonces debemos
de partir de hipótesis ciertas para poder afirmar
con rotundidad la tesis. Para poder determinar la veracidad
de las hipótesis, habrá que considerar
cada una como tesis de otro razonamiento, cuyas hipotesis
deberemos también comprobar. Se entra aparentemente
en un proceso sin fin en el que, indefinidamente, las
hipótesis se convierten en tesis a probar.
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EUCLIDES Y LOS ELEMENTOS |
Euclides, vinculado al Museo de Alejandría y a su Biblioteca, zanja
la cuestión al proponer un sistema de estudio en el que se da por sentado
la veracidad de ciertas proposiciones por ser intuitivamente claras, y deducir
de ellas todos los demás resultados. Sus sitema se sintetiza en su obra
cumbre, ""Los Elementos"", modelo de sistema axiomático-deductivo.
Sobre tan sólo cinco postulados y las definiciones que precisa construye
toda la Geometría y la Aritmética conocidas hasta el momento.
Su obra, en 13 volúmenes, perdurará como única verdad
geométrica hasta entrado el siglo XIX.
Entre los postulados en los que Euclides
se apoya hay uno (el quinto postulado) que trae problemas
desde el principio. Su veracidad está fuera de toda
duda, pero tal y como aparece expresado en la obra, muchos
consideran que seguramente puede deducirse del resto de
postulados. Durante los siguientes siglos, uno de los principales
problemas de la Geometría será determinar
si el V postulado es o no independiente de los otros
4, es decir, si es necesario considerarlo como un postulado
o es un teorema, es decir, puede deducirse de los otros,
y por lo tanto colocarse entre el resto de resultados
de
la obra.
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DESPUES DE EUCLIDES |
Euclides casi cierra definitivamente la Geometría griega - y por extensión
la del mundo antiguo y medieval-, a excepción de la figura de Arquímedes,
que estudió ampliamente las secciones cónicas, introduciendo en
la Geometría las primeras curvas que no eran ni rectas ni circunferencias.
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LOS
TRES PROBLEMAS DE LA ANTIGUEDAD |
La Geometría griega es incapaz de resolver tres famosos problemas
que heredarán los matemáticos posteriores. Es importante
observar que los tres problemas deben ser resueltos utilizando únicamente
la regla y el compás, únicos intrumentos (además
del papel y el lápiz, por supuesto) válidos en la Geometría
de Euclides. Además de los tres problemas, la disputa de si
el V postulado era o no un teorema (de si se podía o no deducir
de los otros cuatro) también se considera uno de los problemas
clásicos de la Geometría griega. Estos tres problemas
son los siguientes
La duplicación
en el cubo |
Cuenta la leyenda que la peste asolaba la ciudad
de Atenas. Una embajada de la ciudad fue al Oráculo
de Delfos, consagrado a Apolo, para consultar con la
pitonisa qué se debía hacer para erradicar
la mortal enfermedad. La pitonisa, tras consultar al
Oráculo, dijo que se debía duplicar el
altar consagrado a Apolo en la isla de Delos. El altar
tenía una peculiaridad: su forma cúbica.
Prontamente, los atenienses construyeron un altar cúbico
en el que las medidas de los lados eran el doble de
las medidas del altar de Delos, pero la peste no cesó.
Consultado de nuevo el Oráculo, la pitonisa
advirtió a los atenienses que el altar no era
el doble de grande, sino 8 veces mayor, puesto que
el volumen del cubo es el cubo de su lado ((2l)3 =
8l3). Nadie supo cómo construir un cubo
cuyo volumen fuese exactamente el doble del volumen
de otro
cubo dado, y el problema persistió durante siglos. |
La trisección del ángulo |
Este problema consiste en conseguir dividir un ángulo
dado cualquiera en tres ángulos iguales, de
manera que la suma de las medidas de los nuevos tres ángulos
sea exactamente la medida del primero. Nadie supo cómo
hacerlo. |
La cuadratura del círculo |
Se trata de obtener, dado un círculo, un cuadrado
cuya area mide exactamente lo mismo que el area del
círculo. Anaxágoras fue el primero en
intentar resolverlo, dibujando en las paredes de su
celda cuando fue hecho prisionero por cuestiones políticas.
Tampoco pudo ser resuelto por los geómetras
de la antigüedad, y llegó a ser el paradigma
de lo imposible. Como curiosidad, el filósofo
inglés Hume llegó a escribir un libro
con supuestos métodos para resolver el problema.
Hume no tenía conocimientos matemáticos
serios, y nunca aceptó que todos sus métodos
fallaban. |
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EDAD
MEDIA |
Durante los siguientes siglos la Matemática comienza nuevos
caminos - Álgebra y Trigonometría - de la mano de indios
y árabes, y la Geometría apenas tiene nuevas aportaciones,
excepto algunos teoremas de caracter más bien anecdótico.
En Occidente, a pesar de que la Geometría es una de las siete
Artes Liberales (encuadrada concretamente en el Quadrivium), las escuelas
y universidades se limitan a enseñar ""Los Elementos"",
y no hay aportaciones, excepto tal vez en la investigación sobre
la disputa del V postulado. Si bien no se llegó a dilucidar
en este periodo si era o no idependiente de los otros cuatro, sí se
llegaron a dar nuevas formulaciones equivalentes de este postulado.
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EDAD
MODERNA |
Es en el Renacimiento cuando las nuevas necesidades de representación
del arte y de la técnica empujan a ciertos humanistas a estudiar
propiedades geométricas para obtener nuevos intrumentos que
les permitan representar la realidad. Aquí se enmarca la figura
del matemático y arquitecto Lucca Pacioli, de Leonardo da Vinci
o de Alberto Durero, por citar sólo algunos. Todos ellos, al
descubrir la perspectiva crean la necesidad de sentar las bases formales
en la que se asiente la nueva forma de Geometría que esta implica:
la Geometría Proyectiva, cuyos principios fundamentales no aparecerán
hasta el siglo XIX de la mano de Gaspard Monge en primer lugar y sobretodo
de Poncelet.
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LA
GEOMETRIA CARTESIANA |
Pero es sin duda la aparición de la Geometría Cartesiana
lo que marca la Geometría en la Edad Moderna. Descartes propone
un nuevo método de resolver problemas geométricos, y
por extensión, de investigar en Geometría. En un plano
traza dos rectas perpendiculares (ejes) -que por convenio se trazan
de manera que una de ellas sea horizontal y la otra vertical-, y cada
punto del plano queda unívocamente determinado por las distancias
de dicho punto a cada uno de los ejes, siempre y cuando se de también
un criterio para determinar sobre qué semiplano determinado
por cada una de las rectas hay que tomar esa distancia, criterio que
viene dado por un signo. Ese par de números, las coordenadas,
quedará representado por un par ordenado (x,y), siendo x la
distancia a uno de los ejes (por convenio será la distancia
al eje vertical) e y la distancia al otro eje (al horizontal).
En la coordenada x, el signo positivo (que
suele omitirse) significa que la distancia se toma hacia
la derecha del eje vertical (eje de ordenadas), y el
signo negativo (nunca se omite) indica que la distancia
se toma hacia la izquierda. Para la coordenada y, el
signo positivo (también se suele omitir) indica
que la distancia se toma hacia arriba del eje horizontal
(eje de abscisas), tomándose hacia abajo si el
signo es negativo (tampoco se omite nunca en este caso).
A la coordenada x se la suele denominar abscisa del punto,
mientras que a la y se la denomina ordenada del punto.
Existe una cierta controversia (aun hoy)
sobre la verdadera paternidad de este método.
Lo único cierto es que se publica por primera
vez como ""Geometría Analítica"",
apéndice al ""Discurso del Método"",
de Descartes, si bien se sabe que Pierre de Fermat conocía
y utilizaba el método antes de su publicación
por Descartes. Aunque Omar Khayyam ya en el siglo XI
utilizara un método muy parecido para determinar
ciertas intersecciones entre curvas, es imposible que
alguno de los citados matemáticos franceses tuvieran
acceso a su obra.
Lo novedoso de la Geometría Analítica
(como también se conoce a este método)
es que permite representar figuras geométricas
mediante fórmulas del tipo f(x,y) = 0, donde f
representa una función. En particular, las rectas
pueden expresarse como ecuaciones polinómicas
de grado 1 (v.g.: 2x + 6y = 0) y las circunferencias
y el resto de cónicas como ecuaciones polinómicas
de grado 2 (v.g.: la circunferencia x2 + y2 = 4, la hipérbola
xy = 1 ). Esto convertía toda la Geometría
griega en el estudio de las relaciones que existen entre
polinomios de grados 1 y 2. El Desde un punto de vista
formal (aunque ellos aun lo sabían), los geómetras
de esta época han encontrado una relación
fundamental entre la estructura lógica que usaban
los geómetras griegos (el plano, la regla, el
compás...) y la estructura algebraica del ideal
formado por los polinomios de grados 0, 1 y 2 del anillo
de polinomios , resultando que ambas estructuras son
equivalentes. Este hecho fundamental (no visto con nitidez
hasta el desarrollo del Álgebra Moderna y de la
Lógica Matemática entre finales del siglo
XIX y principios del siglo XX) resulta fundamental para
entender por qué la Geometría de los griegos
puede desprenderse de sus axiomas y estudiarse directamente
usando la axiomática de Zermelo-Fraenkel, como
el resto de la Matemática.
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LOS
NUEVOS METODOS |
Agotamiento del método sintético
La aparición de la Geometría Analítica trae consigo
una nueva forma de entender la Geometría. El nuevo método,
algebraico, sustituye al antiguo, el sintético, consistente
en establecer unos axiomas y unas definiciones y deducir de ellos los
teoremas. El método sintético está a estas alturas
casi agotado (aunque aun dará algunos resultados interesantes,
como la característica de Euler, la naturaleza de estos resultados
no es ya tanto geométrica como topológica, y los resultados
realmente importantes que se hagan en adelante en el campo de la Geometría
ya vendrán de la mano de métodos algebraicos o diferenciales),
da paso al método algebraico: estudio de los objetos geométricos
como representaciones en el espacio de ciertas ecuaciones polinómicas,
o dicho de otro modo, del conjunto de raices de polinomios. El método
sintético sólo volverá a abordarse cuando aparezcan
las geometrías no euclideas, y definitivamente deja de ser un
instrumento de investigación geométrica a principios
del siglo XX, quedando relegado a un conjunto de instrumentos y herramientas
para la resolución de problemas, pero ya como una disciplina
cerrada.
Los límites del método algebraico
El método algebraico se ve posibilitado por un avance en Álgebra
hecho durante el siglo XVI, la resolución de las ecuaciones
de grado 3º y 4º. Esto permite generalizar la Geometría,
al estudiar curvas que no son dadas por polinomios de segundo grado,
y que no pueden construirse con regla y compás -además
de las cónicas, excluyendo a la circunferencia, claro-. Pero
este método, que terminará constituyendo una disciplina
propia, la Geometría Algebraica, tardará aun mucho -siglo
XX- en salir de unas pocas nociones iniciales, prácticamente
inalteradas desde Descartes, Fermat y Newton. La razón será la
imposibilidad de resolver por radicales la ecuación de quinto
grado, hecho no descubierto hasta el siglo XIX, y el desarrollo de
la Teoría de Anillos y del Álgebra Conmutativa.
El Cálculo Infinitesimal
El método algebraico tiene otra generalización natural,
que es la de considerar una curva no solo como una ecuación
polinómica, sino como una ecuación f(x,y) = 0 en la que
el polinomio es ahora sustituido por una función cualquiera
f. La generalización de todo esto desde el plano (2 coordenadas)
al estereoespacio (3 coordenadas) se hace de forma natural añadiendo
un tercer eje perpendicular (eje z) a los dos ya considerados, y las
funciones tomarán la forma f(x,y,z).
Ya Isaak Barrow descubre gracias a la Geometría
Analítica la relación entre la tangente
a una curva y el area que encierra entre dos puntos y
los ejes coordenados en su famosa Regla de Barrow, antes
incluso de que Newton y Leibnitz dieran cada uno su exposición
del Cálculo Infinitesimal. La relación
entre el Análisis Matemático y la Geometría
es así estrechísima desde incluso los orígenes
de aquél. Las ideas geométricas no sólo
fueron la base de los instrumentos iniciales del Cálculo
Infinitesimal, sino que fueron en gran medida su inspiración.
Por eso resulta natural que en un primer momento, Descartes,
Newton o los Bernoulli no distinguieran entre los conceptos
de curva y de función de una variable, o de superficie
y de función de dos variables (o si se quiere,
de curva y los ceros de una función de dos variables
o de superficie y los ceros de una función de
tres variables). Fue Euler el primero en empezar a intuir
la diferencia.
En adelante, y hasta la aparición
de Gauss, la Geometría queda supeditada a sus
aplicaciones en Mecánica y otras ramas de la Física
por medio de la resolución de Ecuaciones Diferenciales.
En esta época aparece el que será el caballo
de batalla de la Geometría Diferencial, el Teorema
de la Función Implícita.
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EDAD
CONTEMPORANEA |
GAUSS |
Gauss devuelve el caracter geométrico que impregna parte del
Análisis Matemático, fundamentalmente con dos contribuciones:
el nacimiento de la Variable Compleja y de la Geometría Diferencial.
Pero no es son las únicas contribuciones
de éste genio al campo de la Geometría.
En su adolescencia se vio dividido entre dedicarse a
la Filología o a la Matemática. A los 17
descubrió la manera de construir el polígono
regular de 17 lados, y la condición necesaria
y suficiente para que un polígono regular pueda
construirse. Esto determinó su vocación.
En su primera demostración (de las cinco que realizó a
lo largo de su carrera) sentó las bases del Análisis
de Variable Compleja, dando por primera vez la descripción
geométrica de los números complejos como
vectores fijos del plano (no en este lenguaje, que será introducido
mucho más tarde). Aunque no es propiamente obra
suya, pues la Variable Compleja está desarrollada
fundamentalmente por Cauchy, sí es el primero
en abordarla seriamente, y sobretodo le da una interpretación
geométrica que marcará el desarrollo de
esta rama.
Pero la principal contribución de
Gauss la la Geometría es la creación de
la Geometría Diferencial, retomando las ideas
que sobre las relaciones entre el Análisis Matemático
y la Geometría había hasta entonces y desarrollándolas
ampliamente. Partiendo de la base de que la Geometría
estudia el espacio, las curvas y las superficies, establece
la noción fundamental de curvatura de una superficie.
Gracias a ella, y a la definición de geodésica,
demuestra que si consideramos que una geodésica
es una curva con menor distancia entre dos puntos sobre
una superficie (es decir, si tenemos dos puntos sobre
una superficie, el camino más corto entre esos
dos puntos sin salirnos de la superficie es un segmento
de geodésica), concepto totalmente análogo
sobre la superficie al de recta en el plano, existen
superficies en las que los triángulos formados
por las geodésicas miden más de la medida
de dos ángulos rectos, y otras en las que mide
menos. Esto, esencialmente, es contradecir el V postulado
de Euclides.
Estas consideraciones llevaron a Gauss
a considerar la posibilidad de crear geometrías
no euclideas, pero aunque a esas alturas ya era el matemático
más prestigioso de Europa, consideró que
la mantalidad de la época no estaba preparada
para un resultado de tal magnitud, y nunca publicó esos
resultados. Sólo vieron la luz cuando Bolyai publicó su
geometría no euclidea, y comprobó que la
comunidad científica general aceptaba el resultado.
Así que, por un lado, Gauss fue
el primero en crear una geometría no euclidea,
y por otro fue el creador de la Geometría Diferencial
y precursor de la Variable Compleja.
Además, Gauss es el primero en considerar
una nueva propiedad en la Geometría: la orientación.
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FIN
DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA ANTIGUEDAD |
La controversia sobre el V postulado
Como ya se ha adelantado, Gauss es el primero en construir una geometría
(un modelo del espacio) en el que no se cumple el V postulado de Euclides,
pero no publica su descubrimiento. Son Bolyai y Lobatchevsky quienes,
de manera independiente y simultaneamente publican cada uno una geometría
distinta en la que no se verifica tampoco el V postulado. ¿Qué quiere
decir esto? Tanto Bolyai como Lobatchevsky parten de un objeto geometrico
y establecen sobre él unos postulados que son idénticos
a los de Euclides en Los Elementos, excepto el quinto. Pretenden originalmente
razonar por reducción al absurdo: si el V postulado depende
de los otros cuatro, cuando lo sustituya por aquél que dice
exactamente lo contrario, he de llegar a alguna contradicción
lógica. Lo sorprendente es que no se llega a contradicción
ninguna, lo cual quiere decir dos cosas:
1º El V postulado es independiente
de los otros cuatro, es decir, no puede deducirse de
los otros cuatro, no es un teorema, y Euclides hizo bien
en considerarlo como un postulado.
2º Existen modelos del espacio en
los que, en contra de toda intuición, por un punto
que no esté en una cierta recta no pasa una única
recta paralela a la dada. Esto es tremendamente antiintuitivo,
pues no podemos concebir tal cosa, no podemos imaginar
(ni mucho menos dibujar) una situación así,
sin reinterpretar los conceptos de recta, plano, etc.
Pero desde el punto de vista lógico es perfectamente
válido.
Como es de imaginar, esto supuso una fuerte
crisis en la Matemática del siglo XIX, que vino
a sumarse a otras controversias.
Es importante señalar que las geometrías
de Bolyai y de Lobatchevsky, no depende de si se construyen
usando métodos analíticos o sintéticos.
Existen formas de construirlas tanto de manera sintética
como analítica. El modelo es el mismo se llegue
como se llegue, lo que abunda en su veracidad.
La trisección del ángulo y la duplicación del
cubo
Un hecho aparentemente lejano en Álgebra dará como resultado
la resolución de estos dos problemas. Galois muere a los 21
años de edad dejando un ""testamento"" lleno
de ideas apresuradamente escritas. Entre ellas se encuentran las bases
de la Teoría de Grupos y de la Teoría de Galois. Galois
resolvió el problema de encontrar una fórmula para solucionar
las ecuaciones de 5º grado, pero este resultado no llegó a
ser publicado en (su corta) vida. Concluyó que ninguna ecuación
de grado 5 o mayor puede ser resuelta por radicales (es decir, mediante
una fórmula). Su manera de abordar el problema abre una nueva
vía dentro de la Matemática.
Pero la Teoría de Galois (una rama
del Álgebra que trata sobre cuándo es posible
resolver una ecuación polinómica estudiando
el conjunto de números en los que se expresa esa
ecuación) no da sólo esos frutos. También
demuestra que todo lo construible con regla y compás
tiene una traducción a polinomios muy concreta.
Se demuestra que trisecar un ángulo o duplicar
un cubo necesita de polinomios que no tienen esa forma,
y por lo tanto, es imposible con la sola ayuda de la
regla y el compás trisecar un ángulo cualquiera
o duplicar un cubo.
La cuadratura del círculo
En 1862, Lindemann demuestra que el número p es trascendente,
es decir, no puede ser raíz de ningún polinomio con coeficientes
enteros. Esto implica que no es un número que pueda construirse
con regla y compás, y demuestra que no es posible construir
con sólo estos instrumentos un cuadrado de area igual a la de
un círculo dado.
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