El análisis se origina en el siglo siglo XVII, en el que Newton
y Leibniz inventan el cálculo. En dicho siglo y en el siglo
XVIII, ciertos tópicos del análisis como el cálculo
de variaciones, las ecuaciones diferenciales y ecuaciones en derivadas
parciales, el análisis de Fourier y las funciones generadoras
fueron desarrolladas principalmente para un trabajo de aplicación.
Las técnicas del Cálculo fueron aplicadas con éxito
en la aproximación de problemas discretos mediante los continuos.
A todo lo largo del siglo XVIII la definición
del concepto de función estuvo sujeta a debate
entre los matemáticos. En el siglo XIX, Cauchy fue el primero que fundó estableció el
cálculo sobre unos firmes fundamentos lógicos mediante el uso del concepto de Sucesión de Cauchy.
También inició la teoría formal
del Análisis complejo. Poisson, Liouville, Fourier
y otros, estudiaron ecuaciones en derivadas parciales
y el Análisis armónico.
Mediado dicho siglo, Riemann introduce
su teoría de la integración. En el último
tercio del siglo XIX Weierstrass lleva a la aritmetización
del análisis, ya que pensaba que el razonamiento
geométrico era engañoso por naturaleza,
e introduce la definición e-d de Límite.
Entonces los matemáticos empezaron a preguntarse
si no estarían asumiendo la existencia de cierto
Continuo de números reales sin probar su existencia.
Dedekind entonces construye los números reales
mediante Cortaduras de Dedekind. Sobre la misma época,
los intentos de refinar los teoremas de Integración
de Riemann llevaron hacia el estudio del «tamaño» de
los conjuntos de discontinuidad de funciones reales.
También, funciones «monstruos» (funciones
continuas en ninguna parte, funciones continuas pero
no diferenciables en ningún punto, Curva que llena
el espacio) comenzaron a surgir. En este contexto Jordan
desarrolló su teoría de medida, Cantor
lo hizo con lo que ahora se llama teoría básica
de conjuntos, y Baire prueba el Teorema de la categoría
de Baire. A principios del siglo XX, el cálculo
se formaliza usando Teoría de conjuntos. Lebesgue
resuelve el problema de la medida, y Hilbert introduce
los espacios de Hilbert para resolver ecuaciones integrales.
La idea de espacios vectoriales normados estuvo en ciernes,
y en los años 1920 Banach crea el Análisis
funcional.