Cultura General

Pierre Auguste Renoir  (1841 - 1920)

Limoges, Francia - Cagnes, Francia

Obras Representativas:


Bañistas 1918
Dos Hermanas 1881
El Almuerzo de los Remeros 1881
Moulin de la Galette 1876
Muchacha Leyendo 1876
Muchachas al Piano 1892

A los tres años de edad se trasladó a París con su familia y a los trece su padre lo empleó en un taller de decoración de porcelanas para explotar su extraordinario talento como dibujante. Desempeñó varios oficios más, todos en la misma línea, antes de inscribirse en la Escuela Superior de Bellas Artes de París, en el estudio-taller de Charles Gleyre, donde trabó una amistad duradera con Claude Monet, Alfred Sisley y Frédéric Bazille. Como complemento de su formación artística visitaba con frecuencia el Museo del Louvre para copiar a sus pintores más admirados. A partir de 1863 comenzó a reunirse en el café Guerbois con los pintores que formaron más tarde el grupo de los impresionistas.

Sus primeras obras (Retrato de Frédéric Bazille, Diana cazadora) son de carácter tradicional. Su primer paso hacia el impresionismo lo dio durante una estancia con Monet en los baños de La Grenouillère, donde ambos artistas pintaron cuadros en los que apuntan ya la disolución de la pincelada y de los contornos característica del impresionismo. La composición informal, la técnica abocetada y sobre todo la espontaneidad e inmediatez que caracterizan la ejecución de las obras relativas a este lugar de baños de una isla del Sena están en la base del estilo impresionista. Tras su obligada participación en la guerra franco-prusiana (1870-1871), en 1874 presentó varias obras, entre ellas El palco, en la primera exposición de los impresionistas, que suscitó críticas feroces, aunque a Renoir le valió el apoyo de Georges Charpentier, para quien realizó algunas obras (Retrato de Mme. Charpentier y sus hijos) que le abrieron las puertas del Salón. El año 1876 fue fecundo para el artista, ya que realizó tres de sus mejores creaciones, El columpio, Torso de mujer al sol y Baile en el Moulin de la Galette, en las que hace un magnífico estudio de la luz y consigue plasmar con rara maestría los reflejos del sol que se filtran por entre las sombras. Son tres cuadros en los que triunfa ya plenamente la pintura en plein air que propugnaban los impresionistas. Durante estos años, Renoir siguió participando, aunque no con regularidad, en las exposiciones del grupo.

En 1881, cuando se vio libre por primera vez de agobios económicos gracias a la adquisición sistemática de sus obras por el marchante Durand Ruel, decidió visitar Argelia (Fiesta árabe en Argel) e Italia. El contacto en este último país con las obras de los grandes maestros sumió al artista en una profunda crisis, durante la cual llegó a afirmar que no sabía «ni pintar, ni dibujar». Renunció entonces al impresionismo y se orientó hacia una pintura más lineal y de dibujo más sólido, con obras como Los paraguas, Baile en el campo y Baile en la ciudad. Sin embargo, en 1889 volvió de nuevo a su estilo impresionista, centrado ahora en el desnudo femenino plasmado con un colorido cálido en el que abundan los tonos anaranjados. La obra cumbre de esta etapa final de su vida es Las bañistas, una composición en la que las figuras se funden con la naturaleza transfiguradas por la luz y el color. Aquejado de reumatismo articular, afección que llegó a dejarlo paralítico, se refugió en Cagnes-sur-Mer, donde se mantuvo activo hasta el final de sus días y realizó, además de pinturas, algunas esculturas. Renoir, uno de los pocos impresionistas que prefirieron la figura humana al paisaje, murió siendo un artista universalmente famoso, e incluso en 1914 pudo ver cómo entraban en el Louvre algunas de las obras por él pintadas.
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