Johannes Brahms  (1833 - 1897)

Epoca: Romanticismo

Obras Representativas:


Canción de Cuna
Danza Húngara nº 5

Nació en Hamburgo, hijo de un contrabajista, que le dio sus primeras lecciones de música. Pronto Brahms se reveló como pianista aventajado, por lo que, siendo aún adolescente, contribuyó a los gastos familiares con el dinero que ganaba tocando el piano en restaurantes, bares e incluso burdeles, así como también dando clases.

Brahms dio recitales de piano en público pero no tuvo el éxito deseado, aunque más tarde tocaría él mismo en los estrenos de sus dos Conciertos para piano. Comenzó a componer y durante un tiempo tampoco consiguió que el público mostrase interés por sus obras. En 1853 realizó una gira de conciertos con un músico afamado en aquella época. Durante el viaje tuvo ocasión de conocer a Franz Liszt y a Robert Schumann. Este último, además de compositor era editor de una revista prestigiosa de música, y atrajo la atención de los críticos y empresarios de música sobre el jóven Brahms, lo que contribuyó notablemente a que Brahms se convirtiese en un compositor conocido y apreciado.

A través de Robert Schumann, Brahms conoció también a su esposa, Clara Schumann, una pianista muy conocida por aquel entonces que también componía alguna obra, y con la que estableció una larga y profunda amistad, que tuvo rasgos de amor platónico. Traslado a Viena
En 1862 Brahms se instaló con carácter definitivo en Viena, donde se dedicó por completo a la composición. Durante casi 30 años compuso obras musicales que han llegado a formar parte del repertorio esencial de la música clásica romántica, y que ya durante la vida de Brahms fueron acogidas muy favorablemente, de forma que se le consideró como uno de los grandes compositores de su época. Su primer éxito importante lo tuvo con el Requiem alemán, una gran obra coral. La acogida dispensada por el público le animó a iniciar la composición de su Sinfonía nº1, que tardó diez años en escribir. Acabada en 1876, compuso sus otras tres sinfonías en el transcuros de los ocho años siguientes.

A la edad de 57 años Brahms decidió abandonar la composición. Sin embargo, no fue consecuente con su decisión, ya que unos años de su muerte compuso todavía algunas de sus mejoras obras, como las dos Sonatas para clarinete y las cuatro Canciones serias.

Muchos han considerado a Brahms como sucesor de Beethoven, y su primera sinfonía fue apodada décima sinfonía de Beethoven. Además de las ya citadas obras, compuso otras también muy apreciadas, como el Concierto para violín y diferentes Variaciones, género que cultivó con especial maestría. Fue prolífico en la composición de música de cámara y de piezas para piano sólo, así como de Canciones.

Como la mayoría de los compositores rómanticos, Brahms veneraba a Beethoven, quien ejerció una marcada influencia en él. Pero también sintió una gran admiración por los grandes compositores de la época clásica, Mozart y Haydn. Coleccionaba primeras ediciones de sus partituras y autógrafos, e incluso editaba partituras de las obras que se representaban habitualmente. Su identificación con la música del periodo clásico fue tanta que incorporó a muchos movimientos de sus obras las formas de aquella música. Por ello a Brahms se le considera el más clasico de los compositores románticos.

En su trabajo Brahms fue un perfeccionista. Una muestra de ello es el hecho de que tardase tantos años en acabar su primera sinfonía. Algunos expertos opinan que esa sinfonía en realidad no fue la primera, ya que la primera no había llegado a salir a la luz por no sentirse Brahms satisfecho con ella. Lo que es cierto es que Brahms rompía con cierta frecuencia nuevas composiciones que no estaban a la altura de sus exigencias.

Como persona Brahms fue amante de la naturaleza. En sus paseos por los bosques que rodean Viena llevaba siempre caramelos que repartía entre los niños. Hacia los mayores era más bien hosco, aunque sus amigos le apreciaban sinceramente. Brahms nunca llegó a casarse. Murió a los 64 años de edad en Viena, como consecuencia de u